El Hospital Veterinario Cruz de Piedra, dirigido por el veterinario Luis López Medina ha recibido de manos del vicepresidente del Colegio de Veterinarios de Tenerife, Mario González Coviella, la Certificación de la Gestión de Calidad para Centros Veterinarios, una certificación oficial basada en la Norma específica existente para este tipo de empresas que garantiza la calidad en todos los procesos de consultorios, clínicas y hospitales veterinarios, tanto a nivel de gestión, como de atención a sus pacientes, a sus propietarios y al cuidado y respeto al medio ambiente.
La certificación, creada por el Colegio de Veterinarios de Madrid, que actualmente poseen 52 establecimientos en toda España, 3 de ellos en Tenerife, implica para consultorios, clínicas y hospitales someterse voluntariamente a unos protocolos y normas que garantizan los aspectos anteriormente citados y que ayudan a las propias clínicas a mejorar y agilizar los procesos de gestión que conlleva la actividad de los centros dedicados al cuidado y atención de los animales de compañía.
Desde el principio, tras firmar un convenio con el Colvema en 2016, el COV de Tenerife apostó por implementar una certificación que aporte un valor añadido a los centros veterinarios de la provincia, porque al mismo tiempo esto permite dar a conocer la gran calidad que existe en los consultorios, hospitales y clínicas de las Islas, en los que se llevan a cabo tratamientos en muchos casos pioneros sin necesidad de emprender largos, costosos y en ocasiones peligrosos viajes para salvar a una mascota o darle mejor calidad de vida.
Una norma de calidad es un documento que aporta reglas, especificaciones técnicas, directrices o características para realizar determinadas actividades o conseguir determinados resultados y para ello establecen los requisitos que deben cumplir un proceso o actividad tanto a nivel técnico, como administrativo o personal.
Aunque exige la acreditación del cumplimiento de toda la legislación aplicable a un centro, una norma no es una ley sino un procedimiento al que los centros se someten voluntariamente día tras día y que les compromete anualmente con una auditoría externa para renovar su certificación. La intención de la Norma no es despersonalizar los centros veterinarios y que todos sean iguales sino garantizar a las familias de los animales unos procesos estandarizados y a los propietarios de las clínicas el cumplimiento de unas pautas entre sus trabajadores en todos los niveles.
Entre los objetivos de la Certificación de la Gestión de Calidad para Centros Veterinarios, se encuentra la estandarización en los hábitos y prácticas profesionales siempre teniendo en cuenta la atención de la mascota y su familia, unificar (dentro del propio centro) los criterios para mejorar el servicio que se ofrece, incrementando la transparencia, poniendo a disposición de los clientes la documentación técnica precisa y exponiendo públicamente las tarifas y los derechos de los consumidores con respecto a los cuales se fomentará la mayor comunicación posible con el facultativo que atienda a su animal de compañía